La automatización industrial entra en este 2020 en una década apasionante en cuanto a perspectivas de innovación y desarrollo. Como muestra, un dato. Según un informe de la International Federation of Robotics (IFR), las ventas de robots industriales crecerán a un ritmo anual medio del 12% hasta 2022, superando ampliamente las 580.000 unidades en el cómputo de este último año.
¿Qué podemos esperar de este imparable fenómeno llamado a sacudir las bases de la ingeniería industrial tal como la hemos conocido hasta ahora? Sigue leyendo este completo análisis sobre las tendencias de la automatización industrial en 2020 de BETWEEN y lo descubrirás.
La automatización industrial es la utilización de máquinas y sistemas tecnológicos en los procesos de producción, de manera que estas sustituyan a las personas en las tareas más mecánicas y repetitivas. La automatización industrial permite ganar tiempo, aliviar la carga de trabajo de los operarios y reducir la tasa de fallos achacables a despistes humanos.
La automatización industrial sirve para lograr mejoras en cuatro áreas muy concretas:
Todo esto repercute en el crecimiento de la productividad, en una mayor rentabilidad empresarial y en el aumento del ROI (retorno de la inversión).
La automatización industrial con PLC (controladores lógicos programables) es la manera más sencilla y eficiente de organizar el funcionamiento de la maquinaria dentro de una factoría. Los PLC son dispositivos electrónicos que se pueden programar para que emitan automáticamente ciertas órdenes ante situaciones específicas.
Los PLC controlan la marcha de los procesos industriales en tiempo real. Entre sus ventajas destacan su flexibilidad, ya que se pueden adaptar rápidamente a cualquier cambio con una nueva programación; y la existencia de protocolos de comunicación para la coordinación instantánea con otros ordenadores y PLC.
Las posibles aplicaciones de la automatización industrial alcanzan a empresas de todos los tamaños y sectores, aunque su visibilidad es más acusada en ámbitos como la automoción, la alimentación o la metalurgia, así como en la industria química y farmacéutica.
Algunos de los ejemplos de automatización industrial más extendidos se pueden encontrar en:
Existen tres tipos de automatización industrial:
Las tendencias de automatización industrial que nos trae 2020 surgen como respuesta a la complejidad de los desafíos planteados por un mundo globalizado e hiperconectado. En BETWEEN hemos seleccionado las cuatro que, a nuestro parecer, tendrán más peso en la evolución de la industria 4.0 a lo largo de la próxima década:
La gestión descentralizada de la información que aporta la tecnología blockchain acelerará la automatización industrial en dos ámbitos:
Controlar la trazabilidad de los productos ha sido siempre una obsesión en la industria alimentaria. Con blockchain, este sueño se hará, por fin, realidad. Gracias al almacenamiento distribuido de los datos, se simplifica la comunicación de la información entre los distintos nodos y, paralelamente, se dificulta la falsificación de los registros. El resultado es una vigilancia más fiable y en tiempo real de la cadena de producción.
La alianza entre el 5G, el Internet de las Cosas (IoT) y el edge computing hará que la automatización industrial alcance nuevas cotas de sofisticación. La base la pondrá blockchain con una de sus aplicaciones, los smart contracts, contratos inteligentes programados para ejecutarse sin intervención externa cuando se cumplen ciertas premisas.
De esta manera, las máquinas ganarán autonomía y serán capaces de negociar entre sí las soluciones del proceso productivo. A nivel práctico, será posible autorizar pagos, rellenar órdenes de pedido, avisar en caso de avería o activar la producción cuando se den determinadas condiciones y sin necesidad de participación humana.
Como veíamos al comienzo de este artículo, 2020 supondrá el pistoletazo de salida para la edad de oro de la robótica en la automatización industrial. En este ámbito sobresaldrán dos tipos de robots:
Los robots colaborativos son sistemas diseñados para trabajar en colaboración con una persona. En general, se trata de dispositivos relativamente sencillos de programar, incluso por parte de operarios y operarias sin conocimientos especializados; y que resultan muy seguros en su manipulación, ya que disponen de sensores que anticipan los riesgos y previenen colisiones.
Según Statista, los cobots representarán el 8,5% del total de los robots industriales para 2022.
Los exoesqueletos son una especie de trajes robóticos que se ajustan al cuerpo de los trabajadores y trabajadoras para ayudarles a desempeñar tareas pesadas con mayor seguridad, o para facilitarles la ejecución de ciertas acciones imposibles de asumir con sus propios recursos. En este sentido, nos encontramos con:
Time Sensitive Networking (TSN) es un conjunto de estándares Ethernet, desarrollado por el IEEE (Institute of Electrical and Electronics Engineers), que posibilita la comunicación abierta y en tiempo real entre distintos dispositivos con una muy baja latencia.
Esta comunicación machine-to-machine auspiciada por TSN es clave para el avance de la industria 4.0, dado que acaba con la incompatibilidad entre protocolos, elimina las barreras en la conexión IoT y garantiza la seguridad en los intercambios de información. Despliega todo su potencial en colaboración con los dispositivos programables SoC FPGA.
La automatización industrial alcanzará todo su esplendor gracias al machine learning. A medida que se implante el IoT en la industria, se creará el escenario perfecto para la entrada en acción del big data. Es decir, que el volumen de datos recogidos permitirá que las máquinas identifiquen patrones, saquen sus propias conclusiones y actúen en consecuencia.
De esta forma, estarán preparadas para prever picos en la demanda, roturas de stock, averías u otras ineficiencias, y tomar medidas para afrontar estas situaciones en las mejores condiciones. Se puede decir que la tecnología llegará a saber más del negocio que los y las profesionales de la ingeniería que estén al mando de las operaciones de la compañía… e, incluso, que el propio empresariado.
La Comisión Europea prevé que, para 2020, habrá 10,43 millones de personas trabajando en empleos relacionados con el big data en Europa. Casi cuatro millones más que en 2016. De hecho, según la CE, habrá nada menos que 769.000 empleos de difícil cobertura dentro de la denominada Economía de los Datos por la escasez de especialistas con la formación y las habilidades necesarias.
Ante estas perspectivas, el mercado laboral español ofrece excelentes oportunidades de crecimiento para los ingenieros y las ingenieras que estén al día de las tendencias en automatización industrial. Consulta las ofertas de trabajo de BETWEEN y ¡ábrete a un futuro prometedor!