El comienzo de año laboral para muchas personas empieza después del verano, ya han pasado los meses de verano en donde parece que la actividad empresarial y de eventos tecnológicos se estanca, para volver con fuerza y atropelladamente a partir de mediados de septiembre y hasta mediados de diciembre, ese mes raro en donde hay que hacer malabarismos entre festivos varios.

En el sector de las tecnologías la oferta de eventos es muy amplia y esos 2,5 meses de actividad post-veraniega (de septiembre a diciembre) pueden llegar a ser abrumadores.

¿Es necesario asistir a tantos eventos tecnológicos?

No hago más que encontrarme con conversaciones de gente preocupada por su visibilidad profesional y en todas ellas intuyo cierta presión más o menos inconsciente del entorno. Parece que hay que estar en todos sitios por muy apretada que sea la agenda de eventos. Y creedme, hay momentos cumbre, como, por ejemplo, el próximo noviembre en Madrid. Os dejo un pequeño calendario:

• Big Data Spain: 13, 14 y 15 de noviembre
• Simo Educación, tecnología para la enseñanza: 13, 14 y 15 noviembre
• CommitConf: 23 y 24 noviembre
• Madrid Retail Congress: 27 y 28 noviembre
• Codemotion: 30 noviembre y  1 diciembre

Por ello me pregunto: ¿hasta qué punto es bueno tener más visibilidad? ¿Me hace eso ser mejor profesional? ¿No asistir repercute en mi carrera a los ojos de un reclutador? ¿Tengo que acudir a muchos eventos o a menos y más relacionados con mi público?

De esto va mi artículo de hoy, de asistencia a eventos y su impacto para nuestro currículum y carrera profesional.

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José y Teresa, dos visiones contrapuestas de los eventos tecnológicos

Mi plan hoy es a cuatro bandas, ni más ni menos, me he reunido con José Manuel Gallego Chamorro, uno de los fundadores de la comunidad Open Source Weekends, y Teresa Valdayo Gallego, de profesión Front-end developer, ambos pareja y padres de 2 niños pequeños que están acompañándonos en esta tertulia.

Eventos profesionales VS eventos de relación

Vamos directos al meollo de la cuestión y la pregunta es clara: ¿cuál es tu visión sobre la conveniencia de acudir a eventos tecnológicos para nuestro currículum?

José lo tiene claro y diferencia entre:

• Eventos profesionales
• Eventos de relación

José co-lidera OSW, es uno de sus creadores y lo define como un evento creado para relacionarse y pasarlo bien. Eso no impide para que en cada reunión creen y compartan conocimientos del sector con compañeros que tienen sus mismas inquietudes. Esto es algo que, sin duda, puedes añadir a tu CV en lo referente a tus competencias como profesional, pero no es el motivo real de reunión, y la diversión y el networking priman en este tipo de encuentros.

Teresa tiene una visión distinta y, en su opinión, cualquier tipo de evento sí que puede sumar a nuestro currículum y complementarlo de alguna forma. Las visiones de ambos me resultan interesantes y esclarecedoras ya que revelan, sin lugar a duda, los momentos vitales profesionales de cada uno. Teresa acaba de iniciarse en este mundo y para ella todo tiene valor, es algo natural en los inicios de toda carrera. José ya lleva un tiempo y empieza a discriminar unos eventos de otros, cosa que también suele ocurrir con el tiempo.

Tipos de eventos y la conciliación vida personal-profesional

Mi posición se acerca más a la de José, y yo también diferencio entre tipos de eventos. Por ello voy a arriesgarme en categorizar, de forma muy general, el tipo de eventos que, bajo mi opinión, se suelen mover en España a nivel tecnológico:

Eventos tipo MeetUp – Comunidad

De esta forma categorizo aquellos eventos en los que un grupo de personas, con un nexo común, se reúne por un periodo de entre 2 a 4 horas y con una frecuencia variable dentro de un periodo de 1 año.

Por norma general son eventos entre semana y con horarios post-laborales, como muy pronto suelen comenzar a las 18:00-19:00 h.

Son eventos a los que ni José ni Teresa pueden acudir, y este es uno de los motivos por el que OSW se realiza el primer sábado de cada mes en horario de mañana y con acceso facilitado con niños: ¡Bravo OSW facilitando para todos!

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Eventos tipo conferencia especializada

Su razón de ser es el tratamiento de una temática especializada y su duración, de media, es de 1-2 días. Pensemos por ejemplo en eventos como la PyCon, especializada en el lenguaje de desarrollo Python, etc. Suelen ser eventos anuales en donde se conocen las últimas novedades de un lenguaje en concreto, nos enseñan mejores prácticas, etc.

En definitiva, son potencialmente formativos y pueden impactar en nuestro desarrollo profesional. Bajo mi punto de vista, la empresa debería patrocinar la asistencia de sus trabajadores a este tipo de eventos, tanto en costes como en tiempo, siempre que tenga relación con su actividad profesional.

Al fin y al cabo, que tus trabajadores desempeñen mejor su labor y estén al día de las últimas novedades de lenguajes que utilizan, herramientas u otros, y que les complementan en su desarrollo, es un bien para la empresa.

Eventos tipo conferencia genérica

También con un nexo común de encuentro, pero más amplio, y en el que confluyen varias realidades dentro de un mismo argumento, tenemos las conferencias genéricas.

Por ejemplo, eventos cuyo motivo de realización es el desarrollo móvil como el Mobile World Congress de BCN o eventos de reunión anual de varias comunidades como Codemotion y CommitConf.

Estos eventos tienen un valor especial en cuanto a que te proveen a ampliar tu visión de diversas realidades del sector y sus tendencias anuales.

Eventos: una mezcla de modas, marketing y valor competencial

Como conclusión de lo anterior, podríamos decir que en los distintos tipos de eventos a los que acudimos hay una mezcla de “lo que ha creado tendencia” (moda), lo que se quiere vender como nuevo desarrollo o como avance laboral, etc. (marketing) y lo que realmente nos puede sumar directamente en nuestro desarrollo profesional (valor competencial).

Penalización según perfiles

Volvamos a la entrevista con José y Teresa. José lo tiene claro, si él ha podido formarse como desarrollador teniendo niños pequeños ha sido gracias a Teresa, es consciente de ello y, por eso, después ha sido el turno de Teresa de formarse en este campo. Un pacto de hoy por ti mañana por mí.

Pero no siempre es así y la balanza en muchos casos está desequilibrada, por unas u otras razones, haciendo que no todas las personas puedan gozar de una visibilidad de sus “aprendizajes” en eventos, aunque los desarrollen de otra forma menos visible.

Mayor visibilidad no implica mayor profesionalidad

En la era de las redes sociales parece que es imprescindible tener visibilidad profesional y que, cuanto mayor visibilidad, mejores profesionales somos. Esto simple y llanamente es una relación inexistente; mayor visibilidad no tiene por qué implicar mayor profesionalidad.

Si a todo esto le sumamos que los eventos tecnológicos son un potencial generador de mensajes en redes sociales, fotos y menciones, hace que el cóctel del auto-marketing esté servido y que nuestro valor real como profesionales se vea mezclado con otras muchas cosas.

Mi opinión es que tanto empresas como profesionales de reclutamiento, deben de ser muy cautos a la hora de dar mayor valor a un profesional frente a otro por el hecho de acudir o no a eventos de una índole u otra.

La asistencia a eventos no es la única forma de demostrar ganas de aprender

No se trata ya de una cuestión de “humanismo” o de “equiparación” de unas personas frente a otras, sino de una cuestión de desarrollo de competencias reales y, seamos francos, el interés más frecuente por el que un reclutador suele fijarse en si un candidato asiste a eventos del sector, tiene que ver más con sus “ganas” y con una “personalidad proactiva” y “comprometida” que, con otra cosa, y aquí vienen mis sugerencias al respecto.

Una persona proactiva y comprometida que no puede (o quiere) asistir a eventos, va a intentar por todos los medios mantenerse al día a través de todos los medios a su alcance y, puede que, esa forma sea el leer manuales en las dos horas de camino que tenga cada día en la ida y vuelta al trabajo, o puede que su único tiempo sea el laboral y su trabajo sea una muestra de refactorizaciones y buenas prácticas que demuestran sus ganas y proactividad, o es un aficionado a los podcast que le mantienen al día del sector y los escucha mientras hace deporte, etc.

Hoy en día, hay múltiples formas de formarse laboralmente y que se adaptan al ritmo y momento vital de cada persona, por eso, como reclutador o como persona que tiene que valorar un candidato, te apremio a que hagas preguntas abiertas a tus candidatos, a que no te hagas una foto sólo por la visibilidad en las redes sociales (por mucho que te hayan “vendido” eso de la imagen de marca propia) …las imágenes de marca son diversas, y esa diversidad no se mide sólo por acudir a eventos.

Un último consejo

Además, y como último consejo, me gustaría hablarte de la formación dentro del horario laboral para apoyar la conciliación entre vida personal y profesional de tus trabajadores, y como una forma de impulsarles en su carrera profesional.

El entender que toda formación debe ser extralaboral es un mal endémico en España dentro del concepto de facturación por hora, y cuya visión es bastante estrecha de miras, a mi entender. Estrecha por no entender que un trabajador formado durante “x” horas laborales puede ahorrar muchas más horas a medio plazo si le mantenemos formado adecuadamente.

¡No dejes de mirar atentamente este último punto!