Desde su nacimiento en los años 80 del siglo pasado, Internet ha utilizado siempre TCP como columna vertebral de su HTTP (Hypertext Transfer Protocol), el protocolo que organiza la transferencia de información en la web. Sin embargo, la red de hace casi 40 años tiene poco que ver con la actual. Su penetración a nivel mundial, el número de usuarios y de dispositivos conectados y el volumen de datos que se manejan se han multiplicado. Y esto, a su vez, impulsa la exigencia de unas comunicaciones más rápidas y seguras. De ahí que el próximo paso adelante de Internet consista en dejar atrás TCP en lo que será la tercera generación de HTTP: HTTP/3.
HTTP/3 es la tercera adaptación del protocolo HTTP. A diferencia de la primera y segunda versión de HTTP, que se basan en TCP (Transmission Control Protocol), HTTP/3 usa QUIC (Quick UDP Internet Connections), un nuevo estándar de código abierto desarrollado inicialmente por Google. HTTP/3 proveerá conexiones más rápidas y fiables en aquellos contextos donde mejorar la latencia es básico como, por ejemplo, en el desarrollo del lnternet de las Cosas y en la navegación móvil.
El secreto de QUIC reside en que está cimentado sobre UDP (User Datagram Protocol), un protocolo alternativo a TCP que se distingue respecto a este último porque:
Esto hace que UDP, que se había usado hasta ahora, sobre todo, para las emisiones de vídeo en streaming y para los juegos en red, resulte más rápido que TCP.
QUIC se construye sobre UDP, pero incorpora mejoras en la capa de transporte que tienen que ver con la seguridad, la detección y resolución de errores y el control de la saturación. De todas maneras, QUIC y HTTP/3 aún se encuentran en fase de desarrollo por parte de un grupo de trabajo del Internet Engineering Task Force (IETF), que publicó el último borrador sobre el avance del proyecto en febrero de 2020.
HTTP/3 presenta diferencias clave respecto a su predecesor, HTTP/2. Destacamos dos de ellas:
Por otro lado, la semejanza más notable entre HTTP/2 y HTTP/3 es que los dos se sirven de la multiplexación, la principal novedad que introdujo la segunda generación del protocolo HTTP. La multiplexación permite mantener varias comunicaciones simultáneas a través del mismo canal. Haciendo una analogía, es como si contásemos con varios operarios que trabajasen en equipo, en vez de con una única persona que hiciera recorridos de ida y vuelta para trasladar los paquetes uno a uno.
Según W3Techs, en abril de 2020 el 5,5% de los sitios web utilizaba ya HTTP/3. Este porcentaje puede parecer bastante bajo, pero cobra un nuevo sentido si tenemos en cuenta que dentro de la lista figuran nombres como Google, YouTube, Facebook o WhatsApp. ¿Te preguntas si la web por la que estás navegando ha incorporado HTTP/3? Pues no te quedes con las ganas de saberlo. Hay herramientas que te permiten descubrirlo en pocos segundos, como HTTP/3 Check de LiteSpeed.
A HTTP/3 todavía le falta mucho para generalizarse como estándar dentro de los protocolos de transferencia, pero una cosa está clara: será un hito más dentro de la historia de Internet. Un hito en el que muchos ingenieros e ingenieras dejarán su sello, como otros tantos proyectos de código abierto que se enriquecen día a día en la web, ya sea para crear algoritmos de machine learning o para prevenir las consecuencias del efecto 2038. ¿Tú también quieres participar en el avance tecnológico de los próximos años? Revisa los procesos de selección abiertos en BETWEEN y ¡atrévete a subir de nivel en tu carrera profesional!