Automotívate

Está muy bien tener un trabajo que te motive, que tu jefe /a  contribuyan con sus palabras y sus actos a generarte motivación y que  dentro de tu equipo de trabajo motivar a los demás sea un valor. Pero es todavía más importante que tú seas el protagonista y responsable de tu propia motivación ya que de esta manera podrás estar motivado siempre que quieras pues ¡la motivación solo dependerá de ti!

“La Automotivación es la capacidad de mantener el ánimo, la perseverancia, el entusiasmo y el optimismo independientemente de las circunstancias que nos rodean. Implica tener y coraje para enfrentarse a los retos”

La automotivación implica  tener iniciativa y proactividad para poner en marcha acciones dirigidas a  conseguir tus objetivos, comprometerte con ellos  y  seguir adelante hasta conseguirlos. Te permite tener un comportamiento de alto rendimiento.

¿A qué te parece interesante esta capacidad? Pues en este post te enseñamos ¡cómo desarrollarla!

Empieza el día con una buena actitud

Todo lo que pasa desde que te levantas hasta inicias tu jornada, va a influir decisivamente en el desarrollo del día. Así que prográmate para nada más levantarte decidir qué actitud quieres tener a lo largo del día y pensar en una acción concreta para llevarla a cabo. Por ejemplo: si decides “estar proactivo” como acción podrías planificarte “hacer un listado de tu networking para enviarles tu cv”.

Márcate objetivos

Actuar con un objetivo en la mente es una potente fuerza de automotivación ya que te permite tener un “para qué y porqué” a la  hora de actuar, además de motivarte a la consecución de objetivos. Es importante que tus objetivos siempre sean específicos,  medibles,  alcanzables, realistas y tengan definido un plazo de cumplimiento concreto. Si tu objetivo es muy grande, trocéalo en pequeñas acciones  así te parecerá más asumible y será más fácil ir superando etapas.

“Dicen que hay que ver para creer, pues empieza a ver la gran persona que eres y todos los talentos que tienes”

Fomenta tu autoestima

¿Qué mejor fuente de automotivación que tener un buen concepto de ti mismo/a? Haz una lista de 10 cosas positivas sobre tu persona: habilidades y/o  cualidades. Y haz otro listado con todos tus logros a lo largo de la vida y añade los que se van produciendo en tu día a día.  Ten estas listas siempre a mano, léelas y complétalas  con frecuencia y especialmente esos días en que te ha pasado algo que te hace dudar de ti mismo/a.

Refuérzate siempre por tus logros

Refuérzate  frecuentemente por todo aquello que consigues en tu día a día, en cualquiera de las áreas de tu vida,  y que proviene de tu esfuerzo y de tu autogestión. Refuérzate  por:  esa  hora de deporte que has hecho , esa buena presentación ante un cliente, el informe terminado, enviar currículums a diversas empresas, llamar a un contacto que tenías pendiente, superar una entrevista, conservar la calma cuando alguien te hace perder los nervios, etc. Se trata de reforzarte por todo aquello que has conseguido.  

Cuida tus pensamientos y positiviza tú dialogo interior

¿Te has parado a pensar si tus pensamientos son positivos y te llevan a la acción o por el contrario son negativos y te paralizan? ¿Cómo te hablas a ti mismo/a? ¿Te refuerzas cada vez que consigues un logro? ¿Te animas a seguir adelante a pesar de las dificultades?, ¿Buscas el lado bueno de las cosas? ¿Sabes transformar las dificultades en oportunidades? ¡El pensamiento negativo es la fuerza más destructiva para la automotivación! Además de que no cambia nada.

Actúa siempre desde tu “círculo de influencia”

En la vida pasan cosas que no podemos controlar (el carácter de un cliente, la mayor o menor dificultad de un proyecto, la carga de trabajo, el atasco camino del trabajo, el silencio tras aplicar a varias ofertas de empleo, etc.)  todo esto constituye tu “círculo externo o círculo de preocupación” porque son cosas que no dependen de ti y que te causan preocupación. Pero la actitud que tu muestres frente a los hechos anteriores constituye “tu círculo interno o círculo de influencia” y es aquello que tú puedes hacer para gestionar de forma proactiva y productiva  lo que te pasa. ¿De que te sirve quejarte de que un cliente es difícil o de todo el trabajo que tienes?  Evidentemente son circunstancias adversas pero la queja te producirá malestar y no arreglara nada, mientras que si buscas maneras de interactuar con tu cliente u organizarte el tiempo o delegar o simplemente aceptar que hay carga de trabajo serás mucho más efectivo y te sentirás mejor.

Busca tus horas máximas de energía

A la hora de programar tus actividades, analiza cuáles son tus horas de máxima y mínima energía y programa en función de ello, dentro de lo posible,  tus actividades. Muchas veces, las tareas se nos hacen cuesta arriba e inabordables, porque hemos programado una tarea difícil o compleja en una hora de mínima energía  y  nos es difícil concentrarnos, nos encontramos sin fuerzas, procrastinamos, etc. y esto hace que prolonguemos la ejecución  de la tarea con la consiguiente desmotivación.

Realiza esta sencilla practica “los botes de la automotivación”

Imagina que tienes dos botes, uno de motivación y otro de desmotivación. Toma conciencia durante el día respecto a las  acciones que haces  cual vas llenando más. Si puedes hazlo durante dos semanas y observa los resultados. Esta práctica tan sencilla, te permitirá analizar cuál es tu actitud ante la vida y también descubrir fuentes de motivación.

¿Te atreves con los botes de la motivación?