¿Salario emocional? Seguramente hayas escuchado hablar, en numerosas ocasiones, del salario emocional en las organizaciones. Déjame adelantarte que, (spoiler alert!) este post no pretende ser uno más en el que puedas leer acerca de la importancia y los beneficios del salario emocional, pero aun así, empecemos por el principio.
¿Qué es realmente el salario emocional? Con el término salario emocional nos estamos refiriendo a todo aquello que preocupa o motiva a las personas, más allá de la compensación económica. Más concretamente, el salario emocional engloba toda una serie de iniciativas y políticas en gestión del talento, que tienen el objetivo de tener empleados/as más felices y motivados/as en las organizaciones.
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Existen cantidad de acciones y propuestas que están implementadas en las organizaciones en pro de “paquetizar” lo que conocemos como salario emocional. Por poner algunos ejemplos, algunas de ellas son la conciliación, la flexibilidad horaria, la posibilidad de teletrabajar o la retribución flexible.
Todas son válidas y relevantes siempre y cuando respondan a una necesidad real de los/as trabajadores/as. No las perdamos de vista, no dejemos de ofrecerlas, de defenderlas y de mejorarlas. Y es que salario emocional son muchas cosas, pero más allá del qué, a veces nos preguntamos sobre el cómo podemos mejorarlo, implementarlo u ofrecerlo.
Al hablar de salario emocional debemos tener presente dos cosas, la primera, que por razones etimológicas, estamos hablado de emociones; y la segunda, pensemos en cómo son las organizaciones del siglo XXI, las generaciones que en ellas convergen y las tendencias en gestión del talento. Por ejemplo, ya no hablamos de retención de talento, hablamos de iniciativas para que el talento nos prefiera como organización día tras día, de la misma manera que seguimos prefiriendo y escogiendo a nuestros/as amigos/as y a la gente que queremos, sin que nada ni nadie nos retenga.
Vivimos en una sociedad muy cambiante y convivimos en un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo (entornos VUCA), con lo que ya no podemos pensar exclusivamente en contentar a todos/as por igual. En lo que debemos enfocarnos es en crear experiencias únicas y coherentes para los/as empleados/as, y es ahí donde encontramos la clave del éxito para el salario emocional.
Podríamos pensar que hablamos de algo muy complicado, pero, todo lo contrario; a veces, las cosas que parecen más complicadas parten de lo más básico y sencillo. Para poder crear experiencias únicas y coherentes para los/as trabajadores/as que nos escogen día tras día, la clave del éxito es preguntar y escuchar.
No solo eso, sino que, además, descubriremos puntos de dolor para poder corregirlos, del mismo modo que identificaremos qué funciona, para así poder potenciarlo. Con todo esto, estamos logrando poner a la persona en el centro: escuchándola y tratando de crear experiencias personalizadas, más allá de las que se ofrecen para todo el mundo.
En BETWEEN sabemos cuáles son los drivers que motivan a la gente del siglo XXI y, en ellos nos enfocamos para poder ofrecer una experiencia real y satisfactoria en respuesta al binomio ‘salario emocional’. Por ello, preguntamos y escuchamos a las personas, provocando esos espacios donde puedan hacerlo. Aquí tienes dos ejemplos que, bajo ese enfoque, utilizamos en BETWEEN:
En el Departamento de Personas, estamos en constante cambio y adaptación de nuestras metodologías y procedimientos en gestión del talento para poder ofrecer lo mejor a las personas que forman parte de la organización.
En BETWEEN, apostamos por que las personas nos prefieran por acompañarlas en todos los momentos importantes que viven en su journey. Ese es el valor diferencial del salario emocional.